BENEFICIOS DEL DESCENSO DE CONSUMO DE CARNE
Desde Vive el Polo estamos muy preocupados por el consumo de carne en España, como ya habréis podido daros cuenta. Todas las propuestas realizadas para disminuirlo, nuestros esfuerzos para concienciar a la gente de los daños que acompañan el exceso del consumo de carne, tienen un fin, mejorar el planeta.
Nuestra fundación, Vive el Polo, y por supuesto nuestro patrocinador Red Black tenemos como objetivo primordial el mantenimiento de los polos, y es que, el consumo de carne, aunque no lo parezca, tiene relación directa con ello. El exceso de gases (CO2) producido por la ganadería, contribuye al aumento de el efecto invernadero, por ello, aumenta la temperatura global y nuestro ecosistema se derrite. Incluso obviando por un momento nuestro ecosistema favorito, somos conscientes de todo el resto de problemas que derivan de este exceso, como ya os hemos relatado. Por ello, hoy, os queremos mostrar como sería nuestro país, si redujéramos el consumo de carne.
Para empezar protegeríamos la biodiversidad de nuestros ecosistemas, todas las especies ganaderas amenazadas dejarían de estarlo y por consiguiente todas las especies vegetales que se ponen en peligro al dedicar un 75% de la superficie de los cultivos agrarios a la crianza y alimentación animal. Los cultivos de pienso necesitan unos fertilizantes que son altamente peligrosos para algunas especies que se ven amenazadas. Protegeríamos nuestros suelos y aguas que se ven más contaminados por los fertilizantes.
Además nuestros ecosistemas estarían menos contaminados, como ya hemos comentado, menos efecto invernadero, menos perdida de ecosistemas como el polo, o el Amazonas.
Como ya hemos hablado previamente, se eliminaría todos los daños que este exceso provoca a nuestra salud, y nos acercaríamos a los límites de cantidad que propone la OMS.
También podríamos alimentar a la quinta parte del planeta. Según cálculos de las Naciones Unidas, se necesitaría tan solo entre un 10% y un 15% del grano destinado a alimentar ganado para hacer lo propio con la población mundial que pasa hambre, que es la quinta parte del planeta.
Pero si todas estas mejoras no os sirven a algunos de vosotros, vayamos más allá, vayamos al tema económico, ¿mejoraría nuestra economía con la reducción del consumo de carne?, pues sí señores, lo haría.
Día a día compramos carne, y sí, es muy cara. No necesitamos invertir tanto dinero en ella cuando otras dietas como la mediterránea, siendo más baratas, resultan más sanas. Todos los procesos de crianza de animales y alimentación son muy caros, imagínense el dinero que ahorraríamos.
Además sorprende el hecho de que, al contrario de lo que nos indica la lógica, no tiene que ver el nivel económico de un país con el consumo de carne, es decir, en países en los que la economía doméstica es muy precaria, se consume carne como base de la alimentación; y al contrario, en países con gran calidad de vida y economías muy saneadas el consumo de carne es considerablemente inferior. Ésto nos lleva a pensar que el consumo de carne no facilita el desarrollo de una buena economía doméstica.
Simplemente piensen en este mundo que está al alcance de nuestras manos si todos ponemos de nuestra parte, ¡tú puedes ayudar!
VIVE EL POLO
