Asuán, una fuente de recursos perdida.

Hoy desde nuestra industria farmacéutica, Casher, viajamos a Egipto, a la presa del río Nilo, conocida como la presa de Asuán. El agua retenida forma el lago Nasser, y ha hecho aumentar los cultivos de regadío y el turismo en la región.

Antes de la construcción de la presa, el valle del río Nilo era ya muy fértil. Sabemos que la zona posee un clima muy seco y escasas precipitaciones, por ello la presencia de este río tan caudaloso y sobre todo sus frecuentes crecidas proporcionaban esa gran fertilidad.

Estas potentes crecidas fueron el motivo por el que se construyó la presa, ya que ésto provocaba constantes inundaciones que dañaban las tierras de cultivo y los pueblos cercanos.

El impacto ecológico que su construcción tuvo sobre la fauna y la flora fue bastante llamativo.

Las consecuencias ambientales han sido numerosas: sedimentación excesiva aguas arriba, erosión aguas abajo, desaparición de especies animales que efectuaban migraciones a lo largo del río, destrucción y salinización del delta del Nilo debido a la entrada de aguas saladas del Mediterráneo, la subida del nivel freático de las aguas en las vegas cercanas, contaminación del río provocada por los fertilizantes, herbicidas y pesticidas, etc.

Ésto provoca la desaparición de variedad de especies vegetales, que son sustituidas por determinados cultivos de regadío, además los productos químicos utilizados para su mantenimiento contaminan el medio ambiente. Desde Casher nos preocupa esta pérdida de biodiversidad, ya que estas especies podrían ser una fuente para la realización de nuestros productos.

Por todo ello nuestra empresa se posiciona en contra de este tipo de construcciones que nos impiden llegar hasta ustedes, privándonos de nuestra principal materia prima. Nuestro principal objetivo es cuidar su salud, pero además al consumir nuestros productos usted contribuye indirectamente al cuidado del medio ambiente, está participando en una empresa implicada con la cuestión ambiental.